domingo, 16 de agosto de 2009

La Logica de los sueños no funciona

Voy a escribirlo antes de que se me olvide....Soné que... ashhhh ya se me olvido.... bueno recuerdo el final:
Estaba yo en una escuela que parecía la secundaria en la que estudie pero con aulas como de la facultad de ingeniería donde también estudie y andaba toda mojada, como que había nadado y necesitaba cambiarme, además sabia que tenia que encontrar a Mi hermana, que tenia a mis perros.
Por fin encontré donde cambiarme y caminaba a donde se supone que iba a estar mi hermana, en el camino recordaba que había olvidado ponerme el brassier y que usaba una playera blanca (¿!?) así que como ya no había tiempo porque estaba anocheciendo y tenia que salir de ahí lo antes posible, pues en un lugar con un grupo de chavas me decidía a ponerme el brassier (¿!?) y solo les decía: -¡me echan aguas!-... mientras me lo ponía descubría que el área de escote se había puesto negra (¿!?) asi como si fuera alergia, pero pues normalmente uno se pone rojo y yo me ponia negra, justo cuando terminaba la penosa situación, mi celular timbraba, era Mi hermana, y yo no podía contestar el teléfono, no conocía ese teléfono no era el mio!! y además no encontraba una sencilla tecla con lucecita verde para contestar, al fin después de intentar con todos los botones contestaba la llamada y ella me decía que se tenia que ir, que necesitaba apurarme, así que corría hacia el punto de encuentro y ella ya no estaba y una tipa que no conocía me decía que mis perros estaban ahí, señalando una caja de plástico, cuando la abrí, que cosa mas espantosa!, mis perros estaban como muertos, me invadía un sentimiento horrible de tristeza de coraje, tocaba sus cabecitas y sentía el pelo duro, no suave como usualmente esta y tocaba su pancita normalmente muy calientita y estaba enfriandose, pero sentía que aun respiraban, así que los cargaba, juntos pesan mas de 25 kg. no se como lo hice y justo cuando con muchos esfuerzos caminaba con los dos no conforme con la presión de tener dos cachorros pesadisímos y moribundos en brazos, unos hombres montados en caballos y vestidos como del siglo XIX se apresuraban con armas en mano a entrar a la escuela, sabia que de noche pasaba algo malo, y de repente ¡pip! y no acababa de entender me movi ¡pip!¡pip!¡pip! y entonces desperté, me había dormido sobre el teléfono y mis perros estaban a salvo en su casita del patio.
Fin
¡Que alguien me explique!

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